LA REYNA DE LA CHATARRA.

Fue como en Febrero del 89 cuando comenzó a ser parte de mi vida a la comida rápida, Pizza Hut la que está ubicada por el colegio La Recoleta. Todo fue cuando era un pequeño de 5 años, quizá fue una premonición de las consecuencias graves de esos exquisitos alimentos pero, que paso ?. Estaba con mi "entonces" familia, sentado en una de las mesas después de esperar la orden al mesero, transcurrían los minutos entre conversa y bocados cuando de pronto un sujeto nos dice con un bosaron : Tírense al suelo !. Sin saber lo que ocurría todos hicieron caso. Al costado estaba y debe estar KFC donde aproximadamente 4 sujetos la asaltaron con armas, insultos y amenazas. Todo paso muy rápido, incluso se pensó que vendrían a la otra tienda, cosa que por fortuna no paso, de lo contrario quizá en ese instante me hubiera quedado sin madre por el cuadro nervioso que presentaba, eso lo recuerdo bien. Para mí, fue un hecho indiferente, la adrenalina de un niño es así, yo me la pase en el suelo, me levante cuando todos comenzaron hacerlo, seguí comiendo mientras todos comentaban el hecho.

De regreso a casa fue el tema por casi dos horas, aun así no asimile el asunto.Pero en realidad ese suceso me quedo cicatrizado, ese ano entre a la primaria. Ya ahí en ese primer día, no sé si se seguirá haciendo, mucho menos cual es el fin, pero el profesor inmediatamente después de presentarse nos dijo que dibujemos nuestras vacaciones. No se me pasó mejor idea que dibujar con palitos muertos, sangre, pistolas, ambulancias, bombas, gente gritando, llamando por teléfono y hasta helicópteros con paracaidistas de ese episodio del asalto.

Quizá subliminalmente ese hecho hizo que sea ajeno durante casi 5 a 6 años a los fast food. La única comida rápida que compre fue una salchi o el pan con una radiografía de hot dog del cole !. Eso hasta los casi 11 o 12. Pero un buen o mal día mi buen amigo Gianfranco Aliaga (Pichi) andábamos lateando, entonces dijo : me cago de hambre, préstame diez lucas, no seas cabro. Ok, toma homosexual, le dije. Nos fuimos a la cadena de la "M" dorada, los olores, la felicidad en la cara de los demás consumidos me convenció a probar algo de ese lugar. Era la primera vez que entraba a ese fast food, era un total ingenuo en esa rama alimenticia.

Al entrar me aplaste en una silla y vi como mi causa iba al counter, volteo y me dice: que haces? - esperando pues - y... qué esperas? - que vengan a tomar la orden. No idiota!, tienes que venir y pedirla, ven . Así, a la mala, aprendí a pedirla, lo mismo fue con las pizzas. Así comenzó mi vida chatarra activa, la cual compartí con amigos, amigas, y enamoradas o novias (como quieran llamarle).

Ahora estando lejos de Lima, si bien muero por la comida, lo mas jodido es lograr conseguir comida fresca, sobretodo mis favoritas, las frutas. Pasar un año acá me ah hecho apreciar mas de todo lo que me eh estado perdiendo. La facilidad de salir con 5 luquitas, irse al mercadito más próximo y comprarse un poco de ají amarillo, unas yuquitas para tener un santo piqueo para noche en vez de comprar esos Snacks mugrosos desde china (0.50) hasta 5 soles y pico.

Un simple desayuno en casa o incluso en un mercado pudo haberse convertido en una sensaciones más agradables del día durante toda mi vida comprando aquella fruta tropical que ahora reclamo: chirimoya, fresas, papaya, piña, mango, maracuyá (pasion fruit, que solo viene jugo congelado), manzanas (muchas variedades), lúcuma (que no saben ni que es), y bueno, lo demás si hay, pero hay que aprender a vivir con que debe ser uno de los estados donde más puede costar una fruta!. Además de ser carísima, es horrible e insípida. Mas barato es comprarse en Jack in the Box o Sonic un batido de fresa con medio kilo de azúcar, un galón de crema de leche, con su fresita para decorar.

Ahora, si quieres comprar pan confórmate con que debes hacerlo el día anterior, de otro modo estas sonando al creer que tienes la remota luz de disfrutar un pan horneado de las 5 am (francés, colisa, yema, hamburguesa, pita, karamandunga, etc). Y seré honesto, no habría diferencia en comer pan con Gillette o relleno con un trozo de vidrio a consumir lo que se ofrece acá. Abrir el congelador para sacar una masa de pan hecha hace 2 meses "lista para hornear", se vuelve letal para cualquier humano que nació, creció comiendo fresco, y que espera seguir con la reproducción y la muerte sin privarse de esos agasajos culinarios que demás estaría enumerarlos.

Sin ir muy lejos, en mi chamba se vende pan, pan ?. Si, se vende pan, por lo menos eso parece o de eso tiene forma, salidito del horno es una maravilla, dos horas después también, ya de tarde me hace acordar los panes que aprendí hacer cuando estudie en un instituto culinario, por el estado indigerible y rebelde que toma al paso de las horas. Pero la magia de la industrialización se encarga de todo, los domingos trabajo desde las 6 am, (que joda!), veo como llega un camión gigante que más bien es un frezeer de seis ejes, al descargar en la puerta miro desfilar cientos de coches plateados herméticamente sellados con la dirección de la tienda escrita a pluma que contienen el pan del día : baguettes, bagels, soufflés, gran variedad de panes dulces y salados. Contando que por la madrugada los panaderos hacen pan, con material deshidratado con un chorro de agua, asi es. No existe batidoras, fermentadora, mesas de marmolito, nada, cero. Los baldes con los químicos, agua, algunos glaseados, placas, hornos y se acabo.

Tampoco hay pan con chicharrón de Kios, jamoncito del país del Queirolo, pavito casero que unas veces comí en Santa Mónica, una "engrasada de bisagras" con un Sanguchón Campesino, El Campeón, no sé! hasta la mantequilla Laive y un tamalito me hace falta.

Almorzar es otro dilema para los peruanos, si viven en Miami, New York, por ahí Florida puedes estar salvados. Si viven en Texas, sin importar la ciudad en la que estés este jodido. Mirando Sur Perú (canal selectivo de lo mejorcito de la tv peruana), en los cortes me seducen anunciando aperturas de restaurantes o buffets de comida peruana, pero siempre al final atropellan sin piedad mi ilusión y la de miles de peruanos cuando las direcciones pertenecen a aquellos estados lecheros. Es más!, conservaba una esperanza para comer nuevamente unos venerables anticuchos en Tradiciones Morenas el día de mi retorno; escondite sabroso que sin celo me enseno mi buena amiga Vanesita (Rosita) Vidalón, auto apodada "la novia perfecta" quien me comento ya hace meses que literalmente la sazón se fue al carajo, parece que el encargo de la cocina fue cambiado.

Lo mejor que me ah pasado fue hace unas semanas, vi en un súper mercado Cuzqueña, siii, la chela, no podía creerlo. Si alguna vez haz o leído esto : "Jamás se le niega un vaso de agua a nadie" también cuando viajas y sabes que esos tipo de productos son escasos, sin importar a donde vayas y de donde seas, no debes negar una llamada a un compatriota para avisarle precisamente eso hice.

El almuerzo o cena en Houston no podía ser de otra manera, la comida pre fabricada se vende como quien ofrece en ganga la última entrada de primera fila para Soda Stereo. La aglomeración de coches en fila parecen ser del Banco de la Nación de la Av. Benavides, o si quieren la actualización del D.N.I, siempre a última hora. La comida caliente en bolsas con la "M" amarilla no deja de salir por la ventana con una mentirosa sonrisa diciendo:"Have a nice day" -"Have a nice nigth", porque créanlo o no, ellos te odian, lo digo en carne propia porque me ocurre a menudo en la chamba. Carnes como el pescado o pollo, que dicen ser a la parrilla solo son una estafa, bolsas que llegan en paquetes muchos centígrados bajo cero con líneas negras que más parecen vestidos de criminales lentos dentro del sistema inmunológico.

Anejas quedaron fechas donde la ama de llaves cocinaba suficiente para no deber pensar en pecar con otros alimentos, mi abuela deslucía su memoria y no cocinaba como antes, mi abuelo, a quien recuerdo siempre, ya no estaba en este mundo.
Cuando estaba en Lima mi madre era la única que hacia la diferencia los domingos echándose un par de horas en la cocina, pero los últimos 6 años viví sin ella, y obviamente sin esos banquetes dominicales. Ahora que la tengo cerca rara vez lo hace, se la pasa trabajando todo el día, los fines de semana por lo general se va de viaje, ya no podría pedirle más.
Hoy por hoy es tanto la decadencia que creo fielmente en el sacrificio de una generosa y saludable, insípida y poco vistosa porción de cochalluyo servido con una ración de arroz blanco caliente y graneado en casa de Andrés Chang, lo valdrían (no Vane ??). Lo bueno de todo esto créanlo o no, lo mas chévere de estar acá es que las tallas médium me quedan, y que me siento una persona cerca a peso ideal. Algo bueno había de ganar en medio de todo esto.

Ilustracion : Alfonso Vargas S. (a) Robotv